Hace aproximadamente dos años comencé a presenciar partidas de Billar Tres Bandas
En la primer ocasión me preparé para abonar la entrada al espectáculo deportivo amateur, como en cualquier otra disciplina a las que estoy acostumbrado a concurrir
- No se abona entrada -me comentaron-
¿ Porque ? me pregunté hacia mis adentros
Debe ser una costumbre - me respondí -
Enseguida evalué que la presentación y preparación de una Sala de Billar requiere destinar a ella muchos pesos. No sabía de sus costos. Pero algo se gasta y bastante
Las mesas requieren atención permanente y/o compra de una nueva
El paño, las bandas, las bolas, la temperatura, la iluminación, la limpieza con aspiradora antes y después de cada partida; y algo más que desconozco
Y yo aparecía para presenciar un Campeonato de Maestros y no aportaba nada de nada como tantos otros alrededor de las mesas
Solamente si hacíamos una consumisión en el buffet; que indirectamente, se supone, con esas ganancias paga el concesionario un alquiler al Club, y de allí sale el dinero para hacer los gastos billarísticos
Tampoco una rifa a modo de donación
De algún lado sale el dinero, me dije a mi mismo
No importa como ni de donde. Yo entiendo que también el espectador debería abonar algunos pesos; dos, tres, cinco . . . algo
Daniel H. Spagnolo ( Dicciembre 2008)
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