Te confieso con toda sinceridad que hoy mi despertar no pudo ser peor.
No bien prendo mi celular leo el siguiente mensaje enviado por tu hermano Miguel Gustavo Alvarez: "Miglia, hoy se fue CESAR, mi hermano"
Lo primero que hice fue sentarme en mi cama, tratando de digerir noticia tan triste y la pena tan grande que me invadió.
Recordaba en rápidos pantallazos alguno de los tantos momentos lindos que vivimos durante tantos torneos que juntos disputamos y no pude evitar llorarte como se llora a quien se quiere de verdad.
¡¡ Qué difícil me resulta decirte algo en este momento...!!
¡¡Como expresarte lo mucho que te apreciaba y te quería...!!
¿Porqué a algunas personas nos cuesta tanto expresar nuestros sentimientos?
Esa imposibilidad que nos convierte en mudos al momento de decirle a un AMIGO, como es tu caso, lo mucho que lo queremos.
Es como repetir viejas historias paternas que con el correr de los años, las contamos en nuestras cuentas pendientes.
¡¡ Me queda la tranquilidad de percibir que vos sabías del gran afecto que por vos sentía y no tengo dudas que era mutuo.
¡¡ Mirá que soportaste estoicamente las gastadas de este viejo amigo billarista y yo las tuyas...!!
Eso solo es posible cuando impera el afecto, el sincero y recíproco afecto.
¡¡ la puta madre...!! Cómo me cuesta hablar en sentido de ausencia...!!
Querido César: vos no te fuiste, al menos para mí, porque siempre estarás en mi corazón con esa sonrisa pícara y bonachona diciéndome: "cómo pudiste errar eso burrito?"
Siempre te veré sobre un verde paño, ejecutando parsimoniosamente una carambola, luciendo orgullosamente en tu chaquetilla, la insignia del Unión de Quilmes, el club de tus amores.
Chau AMIGO.
Ricardo A. Migliavacca
02/07/2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario