ALDO

Queridos Amigos del Billar:

Hablar de algún evento billarístico, produce en mi interior una especie de movilización de toda mi maquinaria corporal y neurológica, algo vetusta, pero maquinaria al fin.

Lo hago con verdadera alegría, placer y pasión.

Tanto me moviliza este deporte al que le he dedicado una buena parte de mi vida...!!!

Pero está la otra cara de esta actividad que es la cara del pesar, la angustia y el dolor que se siente cuando nos toca despedir a un Amigo del Billar, un hombre del arte, y sobre un gran tipo, una verdadera persona de bien.

Estamos hablando de Aldo Barbero, que hoy después de tanto sufrir, decidió irse para siempre, tal vez buscando el alivio que aquí no encontraba para calmar sus dolores.

El billar fue para él, una salida, una especie de excusa o pasatiempo para estar con sus amigos del Augusto Vergez, su club, para a través de un humeante café, compartir una charla con ellos y “matar” la tarde o la noche contando vivencias, viejas anécdotas y hablar de su carrera.

Tipo de muy bajo perfil, modesto y sencillo, siempre respetuoso y amable, muy querido por todos los que tuvimos el privilegio de conocerlo,.

Si bien actuó en varias películas, sin dudas fue el teatro su verdadera vocación.

Actor de raza, poseedor de una voz privilegiada, se destacó en numerosas obras teatrales que lo tuvieron como protagonista más allá del lugar que ocupara en el cartel, porque siempre brilló con luz propia gracias al talento que volcaba sobre las tablas, ése que solo entregan aquellos que abrazan esa profesión con verdadero amor y pasión.

Recuerdo cuando fui a visitarlo al sanatorio donde estaba internado el año pasado y me hablaba con tanta vehemencia de sus proyectos futuros.

Salí de allí convencido de que iba a salir adelante, tanta era la fuerza que Aldo le puso a su relato.

Así fue que a principios de año le dieron el alta y de a poco fue retomando lo que más quería: el teatro.

Anduvo en giras por el interior del país a pesar de no estar al cien por ciento desde el punto de vista físico, lo cual le trajo aparejado una serie de inconvenientes en su actividad, que lo ponían de muy mal humor.

Sucede que era un tipo muy responsable y no les quería fallar a sus compañeros de trabajo.

Ahora estaba actuando en el Teatro Picadero, cuando se agravó su estado.

Desde este espacio deseo enviar mi abrazo solidario y acompañar en su dolor a sus familiares, socios y autoridades del Vergez Billar Club, donde pasó largas tardes rodeado del afecto de todos sus amigos.

Adiós Aldo querido, descansa en paz amigo.

Sus restos son velados hoy hasta las 22 hs. en Thames 1164, Capital Federal.

Reciban mi cordial saludo.

Ricardo A. Migliavacca

27/10/2013