NESTOR FIGUEROA
Queridos Amigos del Billar:
Qué difícil resulta tratar de decir algo, hilvanar una frase, expresar el dolor que uno siente, cuando la angustia nos ahoga y las lágrimas, como cataratas, corren por la cara y no nos permiten pensar ni ver el teclado.
Néstor Figueroa se descompuso ayer a la mañana y fue llevado de urgencia al Hospital Pirovano, donde a poco de llegar, un paro cardiorrespiratorio, se lo llevó para siempre; estaba por cumplir 63 años.
Da pena y broca a la vez, tener que dar una noticia así, en tan solo dos renglones.
No puedo creerlo aún, me resisto a pensar que no lo voy a ver más bajando parsimoniosamente las escaleras de “Los 36”, con esa sonrisa bonachona a flor de labios y luego venir y decirme “qué hacés pibe?, todo tranqui?”
Néstor ha dejado un espacio imposible de cubrir, su hombría de bien, su bonomía, su lealtad hacia el amigo, lo convirtieron en un tipo querido y respetado por todos los que lo conocieron.
Permanentemente me hablaba de sus nietitos a quienes amaba sin concesiones; se le iluminaba la cara cuando hablaba de ellos.
Que gran pena siento....!!! Tenía por delante unos cuantos años para seguir disfrutándoslos a pleno con sus nietos, pero este infarto traicionero le negó esa posibilidad, por eso mi bronca.
No sé, a veces por tratar de comprender lo incomprensible de la muerte, se me ocurre que tal vez “EL Barba” tenga en mente jubilar a San Pedro, y quien mejor que Néstor para ocupar su lugar…..!!!
Néstor querido: seguramente tu familia no tiene consuelo por estos momentos y nosotros tus amigos, “La Barra de Los 36”, queremos acompañarla en su dolor, en respetuoso silencio porque nosotros te sentíamos como un hermano y por eso esta noticia lacera el alma, nos oprime la garganta y la angustia nos asfixia.
Quiero desde este espacio, recordarte siempre sonriendo, tal como se te vé en las fotos adjuntas y decirte por si alguna vez no lo hice, que te quiero mucho y por el resto de mis días estarás en mi corazón.
Hasta siempre querido Amigo.....!!!!
Reciban todos, un cordial y fuerte abrazo.
Ricardo A. Migliavacca
10/12/2012
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